Más Allá del Modelo: 3 Claves para una Propuesta BIM Exitosa en Licitaciones Públicas
Introducción
La metodología Building Information Modeling (BIM) ha dejado de ser una simple ventaja competitiva en la industria de la construcción para comenzar a transitar el camino hacia un requisito indispensable. En Uruguay, la transición del sector público hacia BIM es una realidad tangible, y la reciente aparición de licitaciones con exigencia BIM marca un punto de inflexión.
Para las empresas que se preparen correctamente, esto representa una oportunidad sin precedentes. Sin embargo, el éxito no reside en la simple capacidad de generar un modelo 3D, sino en entender que el verdadero valor del BIM radica en la gestión estratégica de la información.
A continuación, se presentan tres claves fundamentales que van más allá de la geometría y que son críticas para asegurar una propuesta BIM ganadora.
Clave 1: La Precisión Absoluta de la Información Geoespacial
El principal riesgo en un proyecto BIM no es el modelado, sino la descoordinación. La federación de modelos —la unión de todas las disciplinas en un único entorno digital— es el campo de batalla donde se gana o se pierde la eficiencia. La base para ganar esa batalla es una: un sistema de coordenadas unificado y rigurosamente controlado.
Un error milimétrico en el origen de coordenadas de un solo modelo puede generar sobrecostos de miles de dólares en obra. Por ello, una propuesta profesional debe demostrar un control absoluto sobre este punto, estableciendo no solo un origen local, sino también una georreferenciación precisa que garantice una federación de modelos sin fisuras.
La correcta especificación de coordenadas y niveles de referencia no es un detalle técnico menor; es el cimiento sobre el que se construye todo el proyecto digital y debe estar explícitamente detallado en el Plan de Ejecución BIM (PEB).
Clave 2: Garantizar el Nivel de Información (LOI) Requerido
Un modelo BIM sin información es simplemente una maqueta digital vacía. El verdadero poder de la metodología, y lo que realmente evalúa un cliente en una licitación, no es la calidad de la geometría (LOD), sino la riqueza y precisión de la data no geométrica (LOI) que contiene cada objeto.
Los pliegos, a través de documentos como los Requisitos de Información (EIR), definen qué información es crucial para la toma de decisiones, la gestión de activos y la operación futura del proyecto. Cumplir con el LOI solicitado exige un cambio de mentalidad: pasar de "dibujar" a "informar".
Una propuesta ganadora se enfoca en el modelado no geométrico, especificando con precisión qué datos debe contener cada elemento y estructurándolos en conjuntos de propiedades (Psets) que faciliten su consulta y auditoría. Se trata de entregar un cerebro digital, no solo un cuerpo bonito.
Clave 3: La Disciplina de una Estructura de Datos Estandarizada
Un proyecto BIM genera un volumen de datos masivo. Sin una estructura estandarizada, el resultado es el caos digital. Una propuesta robusta debe demostrar una disciplina férrea en la organización de la información, abarcando tres pilares:
Nomenclatura Coherente: El Plan de Ejecución BIM (PEB) debe definir un sistema de nomenclatura estricto y unificado para cada archivo, vista, tipo y disciplina. Esto no es burocracia, es el lenguaje común que permite a todos los agentes colaborar sin ambigüedad.
Clasificación de Elementos: Es indispensable que cada objeto del modelo esté clasificado bajo un sistema estandarizado (como GuBIMclass o Uniclass). La clasificación permite analizar, filtrar y cuantificar la información de manera automática y fiable.
Interoperabilidad con Formatos Abiertos: La dependencia de un único software es un riesgo a largo plazo. El uso de formatos abiertos como IFC (Industry Foundation Classes) no es una recomendación, es una necesidad. Garantiza el acceso a la información a lo largo de todo el ciclo de vida del activo y protege la inversión del cliente contra la obsolescencia tecnológica.
Conclusión: De la Propuesta al Éxito
Presentar una propuesta BIM exitosa no se trata de modelar, sino de demostrar un control total sobre la gestión de la información. La planificación estratégica, materializada en un Plan de Ejecución BIM (PEB) robusto, es la hoja de ruta que diferencia una propuesta amateur de una profesional.
En las etapas iniciales de la adopción BIM en un mercado, recurrir a una auditoría externa no es un costo, es una inversión en certeza. Una supervisión especializada de los modelos y procesos garantiza no solo el cumplimiento de los pliegos, sino

